jueves, 14 de abril de 2011

MANOLO HUSSEIN, FILÓSOFO

49 años. Murciano de adopción. Estrenó paternidad hace nueve meses. Entrenador de baloncesto. Licenciado en filosofía.


“Después de mi experiencia en Valencia, me planteé dejar el baloncesto”

“Si hubiese sabido lo que iba a pasar mi último año en el C.B. Murcia, me hubiera marchado la temporada anterior”

“No toda la prensa, pero algunos periodistas sí me tienen manía”

Recientemente he leído que los canarios son los españoles que más veces se ríen al cabo del día. Usted no es así. No, es verdad que no soy así. No tengo una sonrisa de oreja a oreja, ni le río las gracias a todo el mundo. ¿Por qué no? Eso va en el carácter de cada persona.

¿Se ha planteado hacer yoga alguna vez? No.

¿Me permite que le haga una entrevista de más de un cuarto de hora? (Primera prueba superada. Consigo que se ría). Claro que sí.

He ido a muchísimas ruedas de prensa de Manolo Hussein. También lo he entrevistado en varias ocasiones. Os puedo asegurar que nunca lo vi sonreír. Serio, estricto y con mucho carácter.  Hussein sólo dejar grabar a las cámaras de televisión el primer cuarto de hora de los entrenamientos. Da igual que llegues cinco minutos tarde. Mirada fulminante: prohibido grabar.

CRECIÓ ANTES DE TIEMPO
Su infancia no fue fácil. Perdió a su padre cuando era un niño. “Era el mayor de la familia y me tocó ejercer de padre con mi hermano y con mi hermana”. Se crió en uno de los barrios más conflictivos de Las Palmas, La Isleta. “Había mucha droga y delincuencia. Estoy muy orgulloso porque tanto yo como mis hermanos supimos evitar ese mundo”. “Alguna vez me metí en alguna pelea y llegué a casa con una coneja en la cabeza (golpe) pero de joven sólo fui travieso y un poco golfo”. La responsabilidad le llegó antes de tiempo. “Mi infancia fue muy corta. Con once años tuve que ponerme a trabajar en diferentes comercios de mi barrio pero nunca abandoné los estudios”. Tenía dos pasiones: el baloncesto y la filosofía. Hombre de fuertes convicciones, compaginó su hobby como entrenador con los estudios. “Acabé la carrera de filosofía”.

Ahora entiendo muchas cosas. Ese discurso largo, denso y plagado de metáforas que emplea en sus ruedas de prensa.

EMBAJADOR EN SU TIERRA, LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Manolo Hussein es el técnico que ha consolidado al Gran Canaria en ACB. Guarda con especial cariño la Insignia de Oro al Mérito Deportivo. Aprendió en la calle, con los chicos de su barrio. Se formó en las categorías inferiores del Gran Canaria y de la manera más inesperada se vio dirigiendo un equipo ACB. “Llevaba apenas unos meses como segundo entrenador de Joaquín Costa, y de repente, tras su cese, el club confió en mí. Fue el mayor reto de mi vida”. Dos años y primer ascenso a la ACB. 
Su primera experiencia fuera de la península no salió como esperaba. Cantabria Torrelavega y Albacete. “Tengo muy buen recuerdo de aquel equipo. El ambiente era muy bueno. Llegamos a estar segundos, pero el club entró en bancarrota y tuvimos que marcharnos”.
Unos meses después, Gran Canaria le llamó para sustituir a Roberto Orellana. Consiguió su segundo ascenso a la ACB y mantuvo al equipo siete años en la máxima categoría. En 2002, sus caminos se separaron. Entrenó al Cáceres en ACB (02/03). “Todavía no he cobrado una parte muy importante de aquella temporada. Los responsables del club nos dejaron tirados”. Alerta Cantabria Lobos (04). “Nunca me encontré bien. Volví a repetir el error. No supe integrarse en el norte y sentí que estaba contaminando el equipo. Puede ser que sea un hombre de sol”. Guarda un grato recuerdo de su paso por el Ciudad Algeciras en 2004. 

Luego llegaría Murcia… Le esperaban más éxitos...

¿Algún ídolo? Sólo tengo ídolos a nivel personal. Admiro mucho a una persona muy cercana a mí que recayó de un cáncer, tenía dos hijos, y ha sabido sobreponerse con una entereza admirable.

¿Es difícil compaginar la profesión de entrenador con la vida personal? Es complicado cuando no sabes separar y te llevas el trabajo y los problemas a casa. Yo cometí ese error en muchas ocasiones.

¿Qué tiene Murcia que se ha quedado a vivir aquí? A mi mujer y a mi hijo. Mis dos murcianicos.

PAPÁ
Estrenó paternidad hace nueve meses. Laura, su mujer, dio a luz a su hijo Roberto. “Mi madre me enseñó que el hombre nunca debe llorar, pero en el parto de mi hijo, cuando lo vi por primera vez, me emocioné”. Desde pequeño, Manolo Hussein es seguidor de la U.D Las Palmas. Le gusta el fútbol y tiene pendiente participar en un Iron Man. “Hace años que practico triatlón pero ahora, con el niño, tengo menos tiempo. Estoy aprovechando para disfrutar de mi hijo, aunque no he dejado de ver mucho baloncesto”. “Llevé al enano a un partido de Copa y tuvimos que salirnos porque se echó a llorar”. Comparte opinión con muchos técnicos. “Para que un equipo funcione necesitas un buen base. Yo lo he comprobado. En los equipos que he tenido un buen director de juego, las cosas siempre han ido mejor”. Le gusta sentarse a ver una buena película de los años cincuenta. Mirando al presente, admira el trabajo de Clint Eastwood como director. Manolo Hussein nunca ha pisado una iglesia. “Soy ateo convencido. Creo mucho en  la gente, en la capacidad, en la voluntad y en la motivación”.

¿Le tiene manía a la prensa? No, en absoluto.

¿Y la prensa a usted? Sí. Bueno, más que la prensa, algunos periodistas. Hay periodistas que funcionan por afinidad personal, por sintonía. Yo no entro en ese juego. Los trato a todos por igual. Igual de bien o igual de mal. Yo admiro el mérito de Moncho Fernández, pero yo no soy así, y por eso me tienen manía. Puedo ser seco, pero no me considero una persona antipática.

MURCIA. CLAROS Y SOMBRAS.
No sólo físicamente. Manolo Hussein tiene muchas cosas en común con José Mourinho. Los dos dicen lo que piensan. “Murcia no fue justa conmigo”. Llegó en 2005 tras el cese de Manel Comas. Ascendió al equipo a la ACB y lo mantuvo cuatro años en esta categoría. “Cumplí mi objetivo y el trabajo está ahí.  Otra cosa es que yo pueda parecer más o menos simpático”. “Yo no soy un ‘vendemotos’. Cometí el error de ser un tío sincero y decir también las cosas que no gustan. Sólo por eso la gente se puso en contra mía”. Manolo Hussein es un hombre con principios. Sí calla. No cuenta todo lo que sabe. “Hay cosas que deben quedarse dentro del vestuario”. Fue feliz, pero cometió un error. “No supe decir no. Si hubiese sabido lo que iba a pasar el último año en el C.B. Murcia, me hubiera marchado la temporada anterior”. “Continué gracias a Salvador Hernández. Me apoyó muchísimo y siempre fue leal conmigo. Mi relación con Morate no era buena. Fue muy duro. No había química en el equipo y se personalizaron muchas cosas sobre mí. Se crearon unas expectativas poco reales, y los problemas económicos se notaron. Fuimos al último partido sin el base titular”.

- ¿Qué pasó realmente con Chris Thomas? Todos teníamos retrasos económicos y llegó un momento en el que el jugador consideró que podía ejercer más presión. Dejó de ir a los entrenamientos en la semana clave. Nos jugábamos la permanencia en Zaragoza. Al final, quiso venir, pero todos, hasta sus compañeros, habíamos perdido la confianza en él. No puedes ir a la guerra con el enemigo encima. Hay una cosa que no tolero en un jugador y es que sabotee al equipo.

Mayo de 2006. “Si alguien ha venido a un entierro, se ha equivocado de muerto”. ¿Se acuerda? Recuerda aquel play off como "uno de los momentos más apasionantes" de su carrera. Aquella frase la dijo con rabia. El Polaris World Murcia había perdido el cuarto partido en casa y le tocaba jugarse el ascenso en Zaragoza. Con todo en contra, Murcia ganó en la prórroga. Regresó a la ACB. “Nadie daba un duro por nosotros y el ambiente estaba muy caldeado por muchas cosas. Los jugadores del Zaragoza se excedieron al ganar el cuarto partido en Murcia, y luego, la polémica con el agua... Éramos ciudadanos non gratos. Nos decían que íbamos allí a robarles el agua (...) Forzar la prórroga y ganar de dieciséis… (no puede disimular, se emociona) Fue algo espectacular”.

¿Dónde ha sido más feliz en Murcia o en Gran Canaria? Aquí he sido muy feliz. He conocido a mi mujer y mi hijo es murciano. Me considero un poco de aquí, pero indudablemente, uno es de donde lo quieren y a mí donde me han querido ha sido en Gran Canaria… Sería un buen sitio para volver a entrenar.

¿Jugador con más calidad? El que más tilín me ha hecho ha sido John Mortor, pero el jugador con más talento que he entrenado ha sido Marcus Fizer, aunque le faltaba lo más importante: cabeza. No me malinterpretes, pero no tendría por qué haber venido a Murcia. Debería jugar en la NBA. 

¿Proyectos a corto plazo? Espero volver a entrenar la próxima temporada. Pero después de una experiencia como la de Valencia es cierto que te planteas dejar el baloncesto. Se te pasan muchas cosas por la cabeza y piensas: ahí se queden todos, que les den por saco.

LA CICATRIZ DE VALENCIA
Su paso fugaz por Valencia le marcó. Inició la temporada en el Power Electronic. “El mismo que me fichó, no tenía confianza en mí. Empezamos con un calendario muy malo: Madrid, Barcelona, Tau… y varios jugadores estaban con sus selecciones. Sólo ganamos un partido en seis jornadas y la directiva me cesó. Se puso nerviosa muy pronto. No me dejaron trabajar”. “Ha sido una de las peores experiencias que he vivido. Es una sensación de impotencia y, entiéndeme, de injusticia”. Se marchó frustrado y me confesó que en Murcia las paellas están más sabrosas. “Creo que no se me va a volver a presentar una oportunidad como la de Valencia”.

¿A qué se dedicaría si no fuera entrenador? Uff, buena pregunta. Nunca me lo he planteado. Sé que esto es un ciclo de mi vida, tendré que hacer otra cosa, pero no sé qué querría hacer.

¿Manolo o Manuel? Manuel, por supuesto.

Fue un café de más de una hora. Lo que más me sorprendió es que no ha vuelto al Palacio de los Deportes desde que se marchó de Murcia hace dos temporadas. Este viernes, 15 de abril, sería un buen día... La ocasión lo merece y yo lo sé. Sigue mirando de reojo al C.B. Murcia. “Sinceramente, creo y deseo que el CB Murcia conseguirá el ascenso a la ACB”.

Esperamos verle este viernes por el Palacio. Un placer, Manuel. 

miércoles, 23 de marzo de 2011

DAVID VIDAL, TRANSPARENTE


¿Casualidad? Es posible que esta entrevista sea la última que le hayan hecho a David Vidal antes de ser destituido como técnico del Albacete el 23 de Marzo de 2011, precisamente el mismo día que decido colgarla en la red. Por ese motivo no modificaré nada. La entrevista se realizó en la cafetería de la ciudad deportiva del Albacete el domingo 20 de Marzo, un día después de que el equipo manchego cayese derrotado contra Las Palmas.

“Mi sueño es volver a entrenar al Real Murcia  
                                                                                       estén o no los señores Samper”.


 “Teñirme el pelo sería un mariconeo”


“Los presidentes se ponen nerviosos demasiado pronto. Para que un equipo triunfe, el entrenador debe estar, como mínimo, tres años en un club”.


FOTOS: 14 años de jugador. 29 de entrenador. Español.


-  ¿Cree que la mujer es igual de respetada que el hombre en el periodismo deportivo? Yo pienso que en España sí. En el siglo XXI, la mujer tiene los mismos derechos que el hombre.


-  ¿Qué le pareció el beso de Iker Casillas a Sara Carbonero después de la final del Mundial? Pues… muy bien, muy apasionado. Me encantó.

-  ¿Alguna vez le han callado la boca? No, no, no. Todavía no.

David Vidal está hecho un chaval a pesar de sus sesenta años. Se implica en todo lo que hace. El gallego me espera en la ciudad deportiva del Albacete, viendo a “los chavales del filial”. No pudo evitarlo. Me echó la bronca por llegar un cuarto de hora tarde, “señorita hay que espabilar”. Hombre de carácter y, sobre todo, sin pelos en la lengua. Su carisma y su temperamento no dejan indiferente a nadie. Es un técnico que gusta a la prensa. Dice lo que piensa. Da titulares. Es el entrenador más cotizado para evitar descensos.

David Vidal es un hombre de fe. “Creo muchísimo en Dios”. Su historia es peculiar. Cambió los hábitos por el fútbol. “Me metí al seminario con diez años, pero con diecisiete, me di cuenta que no tenía vocación”. Lo que nunca cambiará es su amor por el mar y la pesca. “Cuando estoy en el mar estoy en otro mundo, me evado y me relajo. Yo vivo dos vidas: la de entrenador y cuando estoy en el fondo del mar. Allí no me molesta nadie”. Hijo de marinero, se crió en Portosín, La Coruña. “Ya buceaba con diez años. Cogía ostras y vieiras de dos kilos”. Ha seguido la vocación de su padre pero no la profesión.

- ¿Cuál  es el pez más grande que ha pescado? Una corvina de sesenta kilos en el año noventa y cinco. También he llegado a coger peces de treinta y cuarenta kilos. Peces voraces, de las profundidades, con dientes de seis y siete centímetros.

- ¿Quién tiene más carácter usted, Javier Clemente o Manolo Preciado? Yo tengo más carácter que ellos. Soy más nervioso que ellos. Cada uno tiene su estilo. Yo sé que a mí me gusta hablar claro.

- ¿Es posible, en el fútbol actual, entrenar a un equipo durante nueve años como usted hizo en Cádiz? Para que un entrenador triunfe en un club debe estar, como mínimo, tres años. Estando un año, año y medio o dos años es fracaso seguro. Las cosas han cambiado mucho en el fútbol. Hoy en día, los presidentes se ponen nerviosos demasiado pronto. Deberían dar más continuidad a los técnicos.


CÁDIZ. Su casa.

“Tanto yo como mi mujer estamos acostumbrados a hacer las maletas”. Desde el año setenta y cuatro lleva errante por todo el país. Catorce años como jugador. “Agradeceré siempre la oportunidad que me brindó Arsenio Iglesias. Me vio jugar en el equipo de mi pueblo, el Portosín, y me llevó al Deportivo de la Coruña”. Veintinueve años de entrenador. En Cádiz acabó su carrera como jugador e inició la de entrenador. Desde hace treinta y siete años tiene su residencia en Cádiz con su mujer y sus tres hijos. Ha sido abuelo en dos ocasiones. “Disfruté la época de oro del Cádiz. Un año como jugador y nueve como entrenador. Yo era joven, saqué mucha gente de la cantera y en Primera, llegamos por primera vez a la semifinal de la Copa del Rey”. No se le ha pegado nada de acento andaluz. “Mantengo el acento y las raíces gallegas aunque yo soy una persona muy española”. Dedica su tiempo libre a bucear y a cuidar una huerta que tiene en Chiclana (Cádiz). Cultiva pimientos de padrón y árboles frutales. "Los técnicos solemos ser personas solitarias". 

-  ¿Sándwich mixto o de Nocilla? No suelo tomar sándwich.

-  ¿Qué bufanda tiene en casa? Conservo tres o cuatro. La del Lérida, la del Real Murcia, la del Elche, la del Hércules y la de Las Palmas.

- ¿Le llamaban mucho la atención en clase por hablar tan alto? (Pone cara de sorprendido y niega rotundamente) No, no, no. Yo cuando era pequeño me limitaba a responder a las preguntas de historia, de geografía, de latín o de griego. Yo chillo en un terreno de juego porque no es lo mismo trabajar en un campo de fútbol que en un aula de sesenta metros. Me encantaba la historia y la geografía. Se todos los ríos, los mares, los países y las capitales del mundo. (No se lo piensa dos veces y me pone a aprueba). Le hago una  pregunta a usted, señorita. ¿Cuál es la capital de Lienchestein?

Yo le propongo un reto. ¿Intente definir en una palabra los once banquillos por los que ha pasado?

Cádiz (1982 – 1990): Mágico González. 

Logroñés (1990 – 1994): Éxitos.

Rayo Vallecano (1994): (Titubea. Piensa. Fue su etapa más dura) Demasiado barullo.

Villarreal (1995 – 1996): Éxitos.

Hércules (1997 – 1998): Éxitos.

Compostela (1999 – 2000): Allí no me sentí entrenador.

Real Murcia (2001 – 2003): Éxitos. Evitó el descenso y la temporada siguiente subió al equipo a Primera.

Las  Palmas (2003 – 2004): No me dieron tiempo para terminar mi proyecto.

Lleida (2005 – 2006): Éxitos.

Elche (2006 – 2008): Éxitos.

Albacete (2010 / 2011): Éxitos. Este año aún está por ver.


SU REAL MURCIA.

“Del club que más me dolió salir fue del Real Murcia”. David Vidal ha desfilado por once clubes pero, sobre todo, siente suyo al Real Murcia. “Fue un año de éxitos. Salvamos un equipo que estaba en descenso y lo ascendimos a Primera. La ciudad me quiere y yo le respondí con trabajo. Mi sueño es volver a entrenar al Real Murcia estén o no los señores Samper”. No cumplió los tres años de contrato que firmó cuando llegó a Murcia. “Me marché yo porque quise. Dejé al Murcia en Primera y dejé setecientos mil euros. Los dos años de contrato que me quedaban no me los llevé a mi casa, los dejé allí”. Se fue frustrado. Nunca se sintió valorado por la directiva. "Estoy dolido porque no me dieron mi sitio. Tenía que haber utilizado los tres años para hacer un Murcia grande. Hubo una falta de entendimiento con Juan Antonio Samper y evite el conflicto”. Nada le haría más feliz que volver a ver a sus equipos del alma, Real Murcia y Cádiz, otra vez en Primera. El dilema es grande, pero su paso Murcia, corto e intenso, le marcó. "Volvería al Real Murcia". David Vidal se ha curtido en la Segunda División. Sabe que algún día recibirá una llamada. Está convencido que volverá a Murcia.

  - ¿Cómo lleva usted lo de tener canas? Es lógico. Tengo sesenta años. Teñirme el pelo sería un mariconeo.

- ¿El fútbol sería diferente sin la prensa? Totalmente. La prensa es la que magnifica el fútbol. Este deporte sin la prensa sería muy vulgar para la afición.

¿Le gustan las cámaras? A mí no, aunque usted piense que sí, no. Señorita, yo soy una persona que siempre dice la verdad. No le cuento a usted una historia para que usted esté contenta. Hasta que no salve al Albacete no hablo para nadie. Hablo de manera excepcional con usted porque viene de Murcia.

- ¿Qué es más difícil salvar o ascender a un equipo? Ascenderlo.



EL RETO DE SU VIDA. Albacete

Su presente pasa por “la situación más delicada que le ha tocado vivir en su carrera deportiva”. El Albacete es el único club que le ha brindado una segunda oportunidad. David Vidal es un hombre ambicioso. "El año pasado me marché exclusivamente por cuestiones económicas". No quiere entrar en detalles. Su regreso no está siendo como esperaba. En el club manchego ha batido la peor marca de su carrera como técnico, seis partidos sin ganar. Piensa que los jugadores todavía no le han perdido el respeto al entrenador. “Cuando a un club no le acompañan los resultados  la culpa es cincuenta por ciento del entrenador y cincuenta de los jugadores”. La religión nunca le abandona. “Mientras hay vida hay vida hay esperanza", aunque está inquieto. Prefiere que hablemos de otra cosa.  

- Me puede contar algo que no le haya contado a nadie. No. Yo no tengo secretos.

- Entonces usted no podría tener Twitter… ¿Qué es eso? (Sin dejarme que me explique) Quiero que sepa usted que David Vidal ya no está para chatear. Llevo quince días con el ordenador para aprender a meterme en los periódicos deportivos. No se lo que es Twitter ni nada de eso. (Le sugiero, que nunca es tarde para aprender). Ya he conseguido meterme en el ‘Queso Mecánico’ del Albacete y en el foro del Real Murcia. Una cosa más, “el  Real Murcia debería estar en Primera”.


David Vidal tenía prisa. Su comida del domingo. Tocaba pulpo. No paraba de mirar el reloj. Fue todo muy rápido y me dejé varias cosas en el tintero... ¿Estaría dispuesto a entrenar en Segunda B? ¿Se afeitaría el bigote si consigue salvar al Albacete? No sé, quizá me plantee una segunda parte... 

- Importante, ahora que se va a comer. ¿Imagino que habrá probado el pastel de carne murciano? No. Nunca jamás. A mí lo que más me gustan son los cuernos de hojaldre y nata. A veces he ido aposta a Murcia a comprar.

Me parece imperdonable que David Vidal todavía no lo haya probado el pastel de carne. Le invito a venir a las próximas fiestas de primavera y a degustar uno. Le aseguro que nunca olvidaré el nombre de la capital de Lienchestein, Vaduz. 

martes, 1 de marzo de 2011

PACO SÁNCHEZ SABATER, MURCIANISTA

FOTO: 63 años. Cabezo de Torres. Representante de futbolistas y de Alejandro Valverde. Esposo, padre y abuelo.

"Alejandro Valverde es una persona
querida por el pelotón pero le falta ser más respetado. 
Debería tener un poquitín más de malicia”. 
El Movistar desea contratarlo, aunque tiene otras ofertas.

 “Hay operaciones que te dan más prestigio que dinero”

 “Mis nietos son primero del Real Murcia luego de otros equipos. Para mí, mi profesión, el Real Murcia 
y mi familia lo son todo”. 
Estará eternamente agradecido a su amigo, Pepe Pardo Cano.


¿El dinero da la felicidad? No, pero ayuda.

¿Ha sentido alguna vez impotencia? No. En algunos momentos he sentido indignación, malestar por alguna situación que he creído injusta. En los momentos más difíciles es cuando hay que sacar el carácter y la tranquilidad para afrontar las cosas.

¿La justicia es justa? La justicia creo que se acomoda a las circunstancias.

Sobre la mesa de su despacho. Subrayadas con fluorescente. Dos hojas. “Aquí tengo todos los partidos que dan por la tele en las próximas dos semanas”. Paco subraya los que no puede perderse. Paco Sánchez Sabater es, sobre todo, un hombre de fútbol.

Su vida no ha podido ser más intensa. Ha viajado por medio mundo. Ha compartido mesa con Alfonso Escamez, Vicente Calderón, Luis de Carlos, Pablo Porta, José María Del Nido, José Luis Núñez o Ladislao Kubala. Vocal, vicepresidente y director deportivo del Real Murcia. Posteriormente, agente de futbolistas. “En media hora cerré mi primera operación”. Paco fue el intermediario en la cesión de Frank Rijkaard del Ajax al Zaragoza. “Lo traje como jugador cedido en el invierno del 88 y luego participé en su traspaso al Milan”. Pagó la novatada. “Recuerdo que Berlusconi hacía poco que había comprado el Milan. Yo no sabía quién era aquel hombre e hice la gestión directamente con el dueño de los derechos del jugador y futuro Presidente del Sporting de Portugal (Jorge Gonsalvez). No nos pagó y perdimos un dineral impensable”. Aquella experiencia le enseñó algo. Comprendió la importancia que tiene estar bien informado y, también, que hay cosas mucho más importantes que el dinero y el prestigio. Nada le hace más feliz que llevar a sus dos nietos mayores a la Nueva Condomina. “Mis cuatro nietos son mi debilidad”. Paco no ha perdido lo más importante, la humildad que aprendió de sus padres, una pareja de agricultores de Cabezo de Torres. “Todos los días me acuerdo de ellos”.

¿Alguna vez ha deseado hacer algo y no ha podido? Aparentemente soy nervioso, pero la verdad es que soy un hombre que entiendo que a veces hay que conformarse. Creo que siempre quedan cosas por hacer, pero una virtud de las personas es saber conformarse y adaptarse a las circunstancias.

¿A cuántos jugadores representa? Llevamos un promedio de veintitantos a treinta jugadores. Me gusta involucrarme con el jugador, sea juvenil o consagrado. Conocerlo de  pequeño y llevarlo  hasta que se retire.

¿Cómo  conoció a Valverde? Lo conozco desde que él tenía catorce o quince años. Su ex mujer, Ángela, es de mi pueblo. Venían muchos días a mi casa y le dábamos los recortes de prensa. Al tiempo, empezó a pedirnos consejo y hace cinco años, cuando terminó contrato con el Islas Baleares, me pidió que le representara. Rescindió contrato con sus agentes y desde entonces no nos hemos separado de Alejandro.


ALEJANDRO VALVERDE. Siente un gran afecto por él.  

Paco siente un gran afecto por el corredor de Las Lumbreras. “Lo pasé peor cuando Valverde se divorció”. La gestión del día a día con Alejandro la lleva su hijo Antonio. “Un ciclista de su nivel necesita muchísima más dedicación que cualquier futbolista”. Valverde recuperará su licencia el próximo mes de enero. “Es tal la pasión que Alejandro siente por el ciclismo, que no volverá afectado. Estoy convencido que saldrá reforzado y seguirá siendo una figura mundial del ciclismo”. Para Paco, el reciente y, por ahora, con final feliz ‘caso Contador’, acaba de empezar. “Estamos en la primera parte. Conociendo a la UCI y a la AMA, tendremos que esperar a ver lo que ocurre. Esto no está resuelto todavía. Espero que tenga más suerte”.

Con los años, Paco ha aprendido a separar lo personal de lo profesional. La peor cara del deporte es la hipocresía. “Los ciclistas necesitan hacerse respetar con un sindicato más fuerte, como en el fútbol. Valverde vivió un pulso con el CONI y sabíamos que tarde o temprano, por las circunstancias, iba a caer”. Alejandro Valverde está entrenando y preparándose como siempre. El Movistar desea contratarlo, aunque tiene otras ofertas. Indirectamente, Paco le da un consejo. “Alejandro Valverde es una persona querida por el pelotón pero le falta ser más respetado. Debería tener un poquitín más de malicia”. No es el único ciclista que frecuenta sus despachos. También representa a Juan José Cobo y hasta el pasado diciembre llevó a Luis León Sánchez.

 ¿Ha pasado muchas noches sin dormir? No. Yo tengo muy buen dormir.

¿Por qué se habla tanto de dopaje? Cuando se habla, supongo que lo habrá. Pero lógicamente habrá de todo, unos que sí y otros que no. Lo que es injusto es que cada uno juegue con armas diferentes. Que tomen todos lo mismo o que no tomen nada. De esta manera, los buenos seguirían siendo buenos.

 ¿Se está notando la crisis en su negocio? Sí. Se nota menos en los clubes grandes que en los pequeños. Hasta hace unos años, siete u ocho jugadores de Segunda B te daban ingresos. Eso ahora es impensable. ¿Cómo le voy a cobrar la comisión a un jugador de Segunda B que gana mil euros al mes? Si lo que tengo que hacer es dejarle dinero.


SU IMPERIO.

Lamenta no haber dedicado más tiempo a sus cinco hijos. “Este mundo requiere una gran dedicación”. Antes de ser padre, su mujer le acompañaba en algunos viajes. “La conocí una tarde de paseo por Churra, con diecisiete años. En aquella época para poder tocar la mano a una mujer  tenía que ser tu novia”. Con el Sevilla ha hecho grandes negocios. Trajo a Iván Zamorano, Davor Suker y al seleccionador argentino, campeón del mundo, Carlos Salvador Bilardo, que fue técnico del Sevilla la temporada 92-93. Colaboró en la operación de Prosinecki por el Real Madrid y en el fichaje de Roberto Carlos, cuando llegó procedente del Inter al club merengue. “Hay operaciones que te dan más prestigio que dinero”. Tres de sus cinco hijos trabajan en el negocio (Antonio, José Alberto y Gonzalo). El imperio de Paco sigue creciendo. “Mis nietos son primero del Real Murcia y luego de otros equipos. Para mí, mi profesión, el Real Murcia y mi familia lo son todo”.

 ¿Le da tiempo a comerse las doce uvas? Nunca me ha dado tiempo a comérmelas seguidas.

¿Se arrepiente de algo? Me he equivocado muchas veces, pero es necesario equivocarse para aprender y no volver a cometer errores. Todos los días se aprende algo.

Habrá tenido poco tiempo para tomarse una cerveza y una marinera con sus amigos... He estado siete años en el Real Murcia. Los primeros años, hasta nos pagábamos nosotros los viajes. Le he entregado mucho al Real Murcia, pero gracias a este club he podido conocer el fútbol y vivir de él.

SU REAL MURCIA. José Pardo Cano, su ángel de la guarda

El fútbol es su pasión. Compaginó su negocio, una planta embotelladora de vinagres y aderezantes del limón, con su labor de directivo en el Real Murcia. Entró al club como vocal a finales del año 81, cuando Pepe Pardo Cano ocupaba la presidencia. “A los pocos meses, hizo una reestructuración y me colocó como vicepresidente deportivo”. El fútbol le ha dado muchas cosas pero, sobre todo, grandes amigos como Felipe Mesones y Pepe Pardo Cano, “un hombre con unos valores y unos conocimientos tremendos”.

Paco tiene un don. Es tremendamente intuitivo y Pepe Pardo Cano supo verlo. En su última etapa como presidente, la temporada 86-87, lo nombró director deportivo. Sanearon las cuentas del Real Murcia. Ágil, vendieron a Tendillo al Real Madrid por cien millones de las antiguas pesetas. Aquel año hubo elecciones (entonces no existían las sociedades anóminas en los clubes de fútbol) pero Pardo Cano tenía previsto dejar el club y no se presentó a las mismas. Él y todo su equipo, incluido Sánchez Sabater, pusieron fin a su etapa grana. "Supo irse en el momento adecuado. Con las cuentas saneadas y dejando al Real Murcia en su mejor clasificación en Primera”.

Entró de presidente Juan Garrido y decidió no contar con sus servicios. “Me encontré con cinco hijos y en la calle”. Al mismo tiempo que salió del Real Murcia, tuvo que liquidar su negocio. Fue la época "más difícil" que recuerda Paco. Pepe Pardo Cano se convirtió en su ángel de la guarda. Fue el que le animó a seguir en el mundo del fútbol. “Él, junto a otros amigos, me ofreció apoyo económico para que me manejara con total tranquilidad. Nunca hice uso de aquel dinero pero fue un gran respaldo moral. Les estaré eternamente agradecido”. En el 88, Paco empezó como agente de futbolistas.

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Paco Sánchez Sabater llevaba un cuerno en su mochila (dulce típico de Murcia) la primera vez que fue a la Vieja Condomina. Tenía siete años. El Real Murcia ganó tres a dos al Granada. Ese año, la temporada de Peiró, Collar, Marsal y Gallardo, el Murcia subió a Primera. Paco Sánchez Sabater tiene una memoria fotográfica. “Desde aquel día sólo me he perdido unos siete u ocho partidos del Murcia”. “Me acuerdo de todas las temporadas, de todos los jugadores y de sus características”.

Yo, inconformista  de nacimiento, cuando salí de su despacho, después de una hora y media de entrevista, todavía me quedaba una duda. ¿Cómo sería aquella golosina? El cuerno, que tanto le gustaba a Paco. Lo más parecido a un cuerno que he encontrado de aquella época es esta imagen...


Espero que Paco me diga si he acertado...



Para los despistados. Enlace 'Caso Valverde'. 


viernes, 11 de febrero de 2011

DAVID BUITRAGO, HERIDO


FOTO: Caravaqueño. 29 años. Director deportivo. Espera su segunda oportunidad.

“En el fútbol no siempre se puede decir la verdad”

“Para que un equipo funcione, debe existir 
una buena relación 
entre el director deportivo y 
el entrenador”.  Juan Ignacio Martínez 
es uno de sus mejores amigos.

“Por lo que más he llorado y sufrido en mi vida 
        ha sido por el Cartagena”. 

¿Estás enfadado con alguien? No. Yo tengo la conciencia muy tranquila.

¿Y decepcionado? Hombre, estoy decepcionado con alguna persona. Pero bueno, no es el momento de hablar de esa persona, ni de ponerle nombre.

Seguimos, con una condición. No hablar de lo sucedido en Cartagena.

Nervioso, pero sobre todo, tímido. A David Buitrago le cuesta mirar a las personas a los ojos. Debajo de esa apariencia insegura y frágil se encuentra un hombre intuitivo y amante de su trabajo. De pequeño se pasaba las horas delante del televisor viendo 'El equipo A' y 'Barrio Sésamo'. "Me reía mucho con Espinete", asegura. David sabe lo que es compartir. Es el cuarto de seis hermanos. Le hubiese gustado ser médico pero su pasión siempre ha sido el fútbol. Su madre sabía donde buscarlo para darle la merienda. No fallaba. Siempre estaba en algún parque de su localidad natal, Caravaca de la Cruz. Con su balón, intentando meterle un gol al rival. David jugaba de delantero.

¿Qué son para ti los futbolistas? Son gente privilegiada por tener esos contratos. Son seres humanos que tienen un privilegio que los trabajadores no tenemos.

¿Cómo recibes las críticas? Siempre he dicho que las críticas son buenas. Te hacen aprender. Lo bueno ya lo sabemos, pero no siempre nos damos cuenta de lo malo. Las críticas sólo molestan cuando tocan temas personales. Pero en el mundo del fútbol hay que vivir con eso.

¿Le debes algo a Quique Pina? Le debo mucho. Gracias a él, soy algo en el fútbol. Mi sueño se ha hecho realidad gracias a Quique. Me dio la oportunidad de trabajar en lo que más me gusta.

QUIQUE PINA, SU MAESTRO. Ocho años a su lado.
David Buitrago era el más travieso de la clase. En casa, su madre le llamaba “el bicho de la familia”. No tardó en hacer las maletas cuando, con sólo diecisiete años, Quique Pina le ofreció un trabajo en el Ciudad de Murcia. Una amistad que nació en el Morao cinco años atrás. “Yo iba siempre a los partidos del Caravaca. Allí cogí mucha amistad con Quique (…) Teníamos muchas conversaciones sobre futbolistas”. Aprendiz y maestro se conocieron cuando el empresario murciano jugaba en las filas del Caravaca. Pina tuvo un presentimiento con aquel chico de barrio. Lo quiso en su proyecto. “En el Ciudad de Murcia trabajé  en la secretaría técnica con Quique Pina y con Juan Carlos Cordero." Cuando el club desapareció, David recibió una llamada de Cartagena. 

¿Has ido alguna vez a una pitonisa? Paso palabra.

¿Crees en el más allá? Yo respeto todo.

¿Qué opinas de las personas que se dejan influenciar por el mundo esotérico?
Te lo acabo de decir, yo lo respeto todo.
 
ALBI  y NEGRO
Después de veinte minutos de entrevista, consigo que David Buitrago me mire por primera vez a los ojos. Sus pupilas vidriosas le delatan. Está dolido. “Por lo que más he llorado en mi vida y por lo que más he sufrido ha sido por el Cartagena”. Hay cosas de las que tenemos prohibido hablar en esta entrevista, sin embargo, cinco años, un ascenso a Segunda División y el sueño de pasear por los campos de Primera, lo hacen inevitable. Cartagena aprendió a respetar a David Buitrago el día del ascenso en Alcoy. “Aquel día, creía que me moría”. “Llevo al Cartagena en el corazón. Hasta el próximo treinta de junio, este equipo lo he hecho yo. Este equipo es mío, lo he mamado desde Segunda B”. “Quique Pina siempre me dijo que Cartagena me ofrecía la oportunidad para demostrar que yo valgo para esto”. Nunca se hubiese imaginado que se iría así del club de sus amores.

¿Has estado enamorado alguna vez?
Sí. He tenido una relación de cinco años. Ahora llevo un año saliendo con otra chica.

¿Si tuvieras un hijo te gustaría que fuera futbolista? Sí, por supuesto.

¿Se miente mucho en el mundo del fútbol? En el mundo del fútbol se dice lo que quiere oír la gente. Son mentiras piadosas porque en el fútbol no siempre se puede decir la verdad.


EL FÚTBOL. Su vida.
El fútbol le ha permitido recorrerse casi toda la geografía española. Mantiene un vínculo muy estrecho con Mariano Sánchez, Juan Ignacio Martínez, Quique Pina y Juan Carlos Cordero, “sus amigos de verdad”. Se ha pasado días sin dormir en época de fichajes. “Son días muy duros para una persona que tiene a una ciudad y a un club por detrás”. David Buitrago conoce la clave del éxito. “Para que un equipo funcione, debe existir una buena relación entre el mister y el director deportivo. Hay que hablar casi a diario y conocer bien su sistema de juego”. Es hincha del Real Madrid. El Albacete se ha interesado por él, pero sigue sin recibir una oferta concreta.

¿Te llamó Quique Pina cuando te echaron de Cartagena? Sí. Me dijo que la vida no se termina en un equipo de fútbol y que tuviera la conciencia tranquila, que mi trabajo estaba bien hecho.

¿Echas algo de menos? Mi rutina. Gracias a Dios he estado desde los diecisiete a los veintinueve sin parar. Ahora, sigo viendo mucho fútbol – se autodenomina chico veinticuatro horas fútbol-. Estoy aprovechando para aprender inglés y tengo más tiempo para cuidarme. Voy más al gimnasio.

¿Te consideras un chico afortunado? Más que afortunado me siento privilegiado. Trabajo donde más me gusta y he vivido años inolvidables en el fútbol. Ahora estoy de minivacaciones.


¿Te gustaría mandarle un mensaje a alguien? Puedes hacerlo. (A pesar de ser un chico impulsivo, David medita sus palabras. Estoy segura, se muerde la lengua). Yo sólo digo que a mí me contrataron para llevar al Cartagena a lo más alto y lo he conseguido, y no soy una persona de ponerse flores. Siempre llevaré al Cartagena en mi corazón.

Por si alguien se ha perdido en el camino, hasta la próxima me despido con la despedida de David.